|
INTRODUCCIÓN
En
"Las cuentas pendientes", Tomas
Eloy Martínez se pregunta "por
qué le pasó a Argentina lo que
le pasó, qué clase de comunidad
éramos en 1976 y qué residuos
de aquella comunidad sobreviven
en la de ahora".
Para llegar a una respuesta, se
refiere al libro reciente del
académico inglés Michael Burleigh,
"El Tercer Reich". Allí el autor
concluye que la intolerancia y
el odio crecieron lentamente en
Alemania, alimentados a la vez
por un poder mesiánico y por un
pueblo frustrado, ávido de un
poder providencial que le devolviera
el orgullo. "Esa interpretación
me parece más correcta y se asemeja,
creo, a lo que les sucedió a los
argentinos", dice Martínez.
Y echa un vistazo a las décadas
de Onganía, de Isabel, de Videla,
"en las que Argentina sucumbió
a la seducción de seres sin imaginación
alguna".
En síntesis, la modernidad quedó
atrás así como la democracia.
El cuadro, en la pluma de Martínez
es surrealista. "Han sucedido
tragedias devastadoras en el final
de siglo: una dictadura sangrienta,
una guerra que fue catastrófica
aunque sólo duró dos meses, dos
años de hiperinflación, la descapitalización
del Estado por la venta de casi
todos sus bienes -con el efecto
milagroso de que, cuanto más se
vendía, más deudas se acumulaban-
y, a fines del 2001, la patética
ronda de cinco presidentes sucesivos
en 10 días. Eso, sin embargo es
sólo la boca del abismo.
|