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                                                Análisis 
                                                    & Opinión 
                                                     
                                                    Más de 550 artículos que combinan la actualidad política mundial y la reflexión académica y conocimientos del autor  
                                                  Biografia 
                                                    del autor  
                                                    CV, trayectoria, principales 
                                                    obras y publicaciones y personajes 
                                                    de la historia que lo han 
                                                    inspirado 
                                                  Editoriales  
                                                     Más de 120 Editoriales publicados sobre la actualidad política del Mundo : análisis de opinión de situaciones complejas y de gran impacto sobre el mundo de hoy.  | 
                                               
                                             
                                           
                                       
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                                  Advertencia previa. Una correcta y pertinente aplicación  de un antiguo mensaje bíblico (vétero-testamentario) que el Señor Dios (Yavé)  hace llegar a su pueblo en época pre-cristiana de gran tribulación y desespero,  dándole ánimo y confianza en períodos de fuerte persecución o para invitarlo a una  completa reconstrucción con su poderosa ayuda tras la esclavitud del exilio en  Mesopotamia, sigue teniendo para nosotros hoy plena validez ética, moral y aun  política. Pero debemos interpretar en su verdadera intencionalidad y alcance  los términos utilizados atendiendo a  su correspondiente género literario del mundo  oriental de entonces (mítico y simbólico) de modo que tengan también hoy  validez racional y lógica  -en su significación  y aplicabilidad- dentro de nuestra cultura predominante occidental y a más de  veinte siglos de distancia.  | 
                                 
                              
                             
                           
                          Términos  parecidos pero con matices propios: signo, símbolo, parábola, alegoría.  Signo es una cosa que va más allá de la primera impresión que produce en los  sentidos, causa algo más que nos envía a la mente como una consecuencia de ella  (Agustín de Hipona). Muchas cosas son simplemente cosas y no signos. Otras son  no solamente cosas sino también signos o señales de otra cosa (por ejemplo el  cordero que Abrahán ofreció a Dios en lugar de su hijo). Y existe el lenguaje  de las palabras (habladas o escritas), que se emplean como signos  convencionales en el marco de la propia cultura. Ya advertía Tomás de Aquino  que “dado que las palabras son signos de ideas, y las ideas semejanzas de las  cosas, es evidente que las palabras funcionan para la significación de las  cosas a través de las concepciones del entendimiento”. 
Freud en sus  escritos al analizar el simbolismo de  los sueños, de los síntomas y de las acciones sintomáticas supone que tanto el  signo como el símbolo son términos en mutua relación. Ambos significan algo:  conllevan significación, intención, tendencia. Los signos naturales son tales  fuera de la intención humana de usarlos como señales (tales como el humo señal  de fuego o las pisadas de un animal como huellas de su paso). En general se  relacionan lógicamente como causa y efecto. Como lo suscribió con clarividencia  Aristóteles (siglo IV antes de Cristo) proponiendo explicar todo fenómeno en  nuestro universo por  sus cuatro causas:  causa eficiente y causa final, causa material y causa formal. 
                          Parábola : narración de un suceso que puede ser fingido o  recordado, del que se deduce –por comparación o semejanza- una verdad  importante o una enseñanza moral. 
                            Alegoría: se llama la figura que representa o  significa otra cosa diferente (son alegoría de Cupido como ´amor´ humano: la  venda que le impide ver, y a la vez las alas, que lo impulsan a volar). Con frecuencia  en un mismo discurso o parábola mítica con mensaje se mezclan varias metáforas  que expresan un sentido recto y otro figurado y pueden así  contrastar más el contenido y su significado  que se quiere comunicar. 
                            El mito expresa la verdad no en forma empírica y positivista (como lo  hace la ciencia), ni en forma racional y lógica (como lo hace la filosofía con  el logos). Ambos, el <mito> y  el <logos> son portadores de verdad pero en forma muy diferente. El <logos> -tan propio de la cultura  griega y occidental- racionaliza la realidad como lenguaje de la mente. El <mito> de corte más oriental y  original (hoy diríamos postmodernista) es portador de  cierta verdad profunda, actualiza la realidad  como lenguaje del pueblo, como proyección de un inconsciente colectivo acerca  de algo importante para la existencia humana (Jung). 
                            
                          Caso 1    Un pedrusco desgajado de la cima que destruye a Nabucodonosor 
                                            Apocalipsis de Daniel escrito  en el siglo II a C , capítulo 2, 31-37. La  Biblia                                       latinoamericana, 1992, edición  84, Madrid Verbo Divino. 
                            
                          *Texto bíblico: Un joven pero sabio profeta  interpreta al poderoso señor de Babilonia, un curioso sueño que con razón lo  atormentaba:  
  “Tú veías una enorme estatua, de  extraordinario brillo y aspecto terrible, que se levantaba delante de tí. La  cabeza de esta estatua era de oro, el pecho y los brazos de plata, las caderas  y el vientre de bronce, las piernas de hierro, los pies parte de hierro y parte  de loza de cerámica. Tú estabas mirando la estatua cuando de repente una piedra  se desprendió, sin haber sido lanzada por ninguna mano, y vino a chocar contra  los pies de hierro y loza de la estatua, haciéndola pedazos”.  
              *Interpretación  temporal y circunstanciada: 
    Desde esa lejana época, la famosa estatua ha simbolizado los  grandes poderes terrenos y personajes autoritarios aparentemente invencibles,  pero que reposan sobre una base deleznable, que puede ser golpeada  repentinamente por un simple pedrusco descolgado desde lo alto de la montaña (sin  que se sepa la mano que lo lanzó) y que lo hace   colapsar.     
                            Chávez en  14 años había llegado a la cúspide del poder con una bien trabajada figura de mesías  (dispensador de bienes, invencible, duradero) quien confiado en su buena  estrella juraba -siguiendo a su inspirador y modelo Simón Bolívar- que "si  la Naturaleza se opone pasaremos por encima de ella", olvidando que su  inmortal modelo había fallecido en Santa Marta de enfermedad incurable hacía  180 años. Todo estaba en sus manos y nada predecía lo contrario. Su control  desde el Ejecutivo de los otros cuatro poderes del  Estado venezolano (Legislativo, Judicial,  Electoral, Defensoría del Pueblo) le permitía asegurarse su permanencia por  reelecciones indefinidas hasta otros 30 años y no le pasó por su cabeza el que  el Destino o la Naturaleza pudiese truncarle inopinadamente todos sus sueños y  aspiraciones. Vivió una falsa seguridad hasta que un "pedrusco, sin que se  sepa la mano que lo lanzó" lo derrumbó sin remedio. Así lo prefigura el  libro sagrado “Apocalipsis de Daniel” utilizando el símbolo de la estatua del  emperador Nabucodonosor que por siglos la cultura humana la ha interpretado  como  personificación de un poder terreno  despótico y absolutista.  
               
  Caso  2    Huesos secos que reviven con  nervios, carne y piel… 
              (Ezequiel  capítulo 37, versos 1-14). 
                            
                          
                          “Yavé puso sobre mí su mano, y su  Espíritu [aliento] me llevó, dejándome en una llanura llena de huesos. Me hizo  pasar en todas direcciones en medio de ellos: los huesos completamente secos  eran muy numerosos sobre  la superficie  de la llanura. 
                            Yavé me  preguntó: “¿Piensas que podrán revivir estos huesos?”. Yo le contesté: “Señor  Yavé, tu sólo lo sabes”. Entonces me dijo: “Habla de parte mía sobre estos  huesos y les dirás: Huesos secos, escuchen la palabra de Yavé.  Voy a hacer entrar un espíritu en ustedes y  volverán a vivir. Porque pondré sobre ustedes nervios y haré crecer carne y los  cubriré con piel y pondré en ustedes  mi Espíritu, de manera que vivirán y  sabrán que Yo soy Yavé.» 
        Yo hablé como Yavé me lo había dicho.  Mientras lo hacía, se produjo un ruido y un alboroto: los huesos se juntaron,  se cubrieron de nervios; se formó carne, y la piel se extendía por encima, pero  no había espíritu en ellos. 
   Yavé entonces me dijo: «Habla de parte mía al  Espíritu, llámalo, hijo de hombre, y dile de parte del Señor Yavé: Espiritu,  ven  por los cuatro lados y sopla sobre  estos muertos para que vivan.» . Lo hice según la orden de Yavé y el Espíritu  entró en ellos. Se reanimaron y se pusieron de pie; eran un ejército grande,  muy grande. 
                            Entonces, Yavé, me dijo: «Estos huesos son  todo el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: Se han secado nuestros huesos.  Se perdió nuestra esperanza, el fin ha llegado para nosotros.  Por eso, anúnciales esta palabra: Yo, Yavé,  voy a abrir sus tumbas. Pueblo mío, los haré salir de sus tumbas y los llevaré  de nuevo a la tierra de Israel. Ustedes sabrán que Yo soy Yavé, cuando abra sus  tumbas, pueblo mío, y los haga salir. Infundiré mi Espíritu en ustedes y  volverán a vivir, y los estableceré sobre su tierra, y ustedes entonces sabrán  que Yo, Yavé, digo y pongo por obra.» 
                            *Interpretación  temporal y circunstanciada: 
                            En forma  simbólica, hiperbólica o exagerada como solía ser el género épico laudatorio de  las hazañas de Yavé en favor de su pueblo (véase todo el libro del “Exodo”) en  uno de los más espectaculares relatos que contiene la Biblia,  en forma de parábola con ribetes detallados  de alegoría, el profeta (quien habla a nombre de Yavé) nos pone a consideración  un tipo de resurrección colectiva del pueblo de Dios, que tras haber perdido  una guerra contra el imperio de entonces (Mesopotamia) yacía exiliado,  esclavizado e impotente para salir por sí mismo de tan extrema situación. Tras  recordarles por el profeta (primeros capítulos de Ezequiel) los errores,  maldades e infidelidades para con El (adorando ídolos, inventos del paganismo),  expresa su predilección misericordiosa y amor eterno por su pueblo, le da ánimo  y le asegura que lo reconstruirá con su ayuda siempre sabia y omnipotente, por  el especial amor que le tiene y del que su pueblo no puede dudar. 
  “ Infundiré mi  Espíritu en ustedes y volverán a vivir, y los estableceré sobre su tierra, y  ustedes entonces sabrán que Yo, Yavé, digo y pongo por obra lo que digo». 
                            En una situación  tan embarazosa y deteriorada que nos afecta a todos los venezolanos, con un  extendido desánimo, pesimismo, derrotismo que no vislumbra salida pacífica y  efectiva por ningún lado, cuando se ha perdido la fe en muchos líderes e  instituciones y con ello toda esperanza, es la coyuntura propicia de volvernos  con gran Fe y Esperanza plena al Señor Dios, Yavé, (el totalmente Otro), quien  sabio y poderoso,  pone por obra lo que  promete a su pueblo querido. “Yo digo  y  pongo por obra lo que digo”. 
  Conclusión. Podemos repetir con sinceridad y  confianza lo que expresó el profeta Jeremías en circunstancia parecida tras un  gran fracaso: “Bajé donde el alfarero que  estaba haciendo un trabajo al torno. Pero el cántaro que estaba haciendo le salió  mal, mientras amoldaba la greda. Lo volvió entonces a empezar, transformándolo  en otro cántaro a su gusto”  (Profeta  Jeremías 18, 3 ). 
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