El caso Venezuela afecta gravemente la OEA (Editorial 140)
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Solemos hablar de derrumbes por causas naturales o artificiales: de cerros que caen sobre vías e impiden el flujo normal, de puentes que unen riberas sobre ríos, de construcciones deterioradas o parte de casas que ya no sirven y deben ser reemplazadas. Podemos aplicar la expresión a un proceso alarmante de deterioro de una institución importante cuya misión es precisamente avizorar, prevenir y superar daños irreparables que afecten la democracia del continente americano.

El viernes 21 de Marzo quedará marcado en los anales de la Organización de Estados Americanos como una fecha luctuosa y decepcionante cuando el mundo civilizado y democrático venía esperando de ella un señalamiento severo frente a los desmanes de una nueva dictadura castro-chavista de cuño cubano que se ha instalado en Venezuela. Dictadura con evidentes atropellos de los derechos humanos (individuales, económico- sociales y políticos) consagrados en la Carta Magna de las Naciones Unidas. En lugar de ello dio un triste y lamentable espectáculo aprobando como títeres de un guiñol (21 países a favor y 12 en contra) la propuesta inicial presentada por Nicaragua para que la sesión del Consejo Permanente -previamente anunciada y gentilmente cedida por Panamá- tuviera que ser “privada” (a puerta cerrada) y no “pública”. Se impedía, así a la Diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela, Dra. María Corina Machado el que pudiera dar a conocer al mundo la realidad trágica (y no las mentiras fabricadas por el régimen comunista cada día más radicalizado) de lo que está ocurriendo en Venezuela.

Algo de historia

La OEA fue creada en mayo de 1948 por 21 naciones del hemisferio reunidas en Bogotá, Colombia, donde adoptaron la Carta de la Organización de los Estados Americanos, con la que confirmaron su respaldo a las metas comunes que venían propiciando desde 1910 bajo el rótulo de la Unión Panamericana. La declaración de la Organización dice que “trabaja para fortalecer la paz y seguridad, consolidar la democracia, promover los derechos humanos, apoyar el desarrollo social y económico y promover el crecimiento sostenible en América”.

La Carta Democrática Interamericana fue aprobada el 11 de septiembre de 2001”. Con ella, la Asamblea General de la OEA y sus 34 países en activo (todos menos Cuba) sentaron, en Lima las bases del compromiso colectivo en defensa de la democracia.

Dicha Carta es un instrumento que proclama como objetivo principal el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática, al establecer que la ruptura del orden democrático o su alteración, que afecte gravemente el orden democrático en un Estado miembro, constituye “un obstáculo insuperable” para la participación de su gobierno en las diversas instancias de la OEA. La Carta Democrática Interamericana declara de manera clara y directa: “los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”.

La Carta establece procedimientos para actuar no solamente cuando la democracia se interrumpe totalmente, como en un golpe de Estado (de militares contra el poder civil), sino cuando el orden democrático ha sido seriamente alterado y la democracia está en riesgo.

Los titubeos de Insulza

José Miguel Insulza fue reelecto, en abril 2010, secretario general de la OEA -a pesar de un ambiente enrarecido de controversia y críticas a su primer mandato. Su manejo versátil de los casos presidenciales de Honduras y Paraguay, influenciado por Chávez Frías, persistía en la memoria histórica. Se esperaba que en este nuevo período podría demostrar que las críticas que le fueron formuladas carecían de validez y sanearía las graves falencias que vienen impidiendo a la OEA cumplir su misión a cabalidad. Pero no fue así. Sus palabras no se han traducido en acciones concretas, frente al progresivo deterioro de la democracia en países cuyos mandatarios, llegados al poder mediante el voto, han venido convirtiéndose en regímenes autoritarios, violadores de derechos humanos y proclives a perpetuarse, con ínfulas de contagiar a otros. Algo que en manera alguna puede ser tolerado por la OEA cuya razón de ser y misión esencial es precisamente el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática. Mucho menos podría pensarse que fuera esta organización la que protegiera y alimentara los apetitos voraces de poder hegemónico y dictatorial de algunos gobiernos agrupados en la llamada ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos der América). Grupo éste promovido y alimentado por Venezuela con su chequera petrolera pero con ideas y praxis anti democrática. Lo que en atinada frase del candidato presidencial de oposición anti-chavista ha convertido a la OEA en un simple "club de socios", en el que un personaje audaz, ávido de poder, con billetera gorda, asegura votos y adhesiones de gobiernos pequeños o muy necesitados para sus pretensiones paradógicamente 'imperialistas' a mediano plazo.

Así las cosas, el pasado 21 de marzo, "El Gobierno de Venezuela logró impedir que la diputada opositora María Corina Machado pudiera intervenir ante su Consejo Permanente. Primero, impuso el rodillo de sus votos para forzar que la sesión se celebrara a puerta cerrada y, luego, haciendo uso de varias argucias procedimentales, impidió que hablara en la sesión privada y ni siquiera se le otorgó uso de la palabra en el turno final de 'Otros asuntos'. Con estas maniobras, el oficialismo venezolano trató de desvirtuar la creciente legitimación de la disidencia al Gobierno del presidente Nicolás Maduro ante la institución regional e impedir que la reunión se convirtiera en un altavoz de las denuncias contra el chavismo de la oposición venezolana" ( Eva Saiz, "El Consejo Permanente de la OEA silencia a la oposición venezolana", El País 22 marzo 2014).

La gravedad del silencio impuesto en las sesiones del 7 y del 21 de marzo.

"Soy María Corina Machado, soy y seguiré siendo diputada por la Asamblea Nacional de Venezuela. Conozco bien mis deberes y mis derechos y seguiré luchando y trabajando como diputada en estas horas terribles de represión en Venezuela. El señor Cabello debería leer la Constitución y el reglamento de la Asamblea. La directiva de la Asamblea no tiene facultades para destituir, solo puede ser destituido por muerte, renuncia, sentencia firme o por una revocatorio, y evidentemente este no es el caso”, dijo a una treintena de periodistas apretujados en el extremo de un auditorio de la Universidad de Lima, al día siguiente de habérsele negado el uso de la palabra.
Cuando Machado quien viajó a Lima el lunes 24, invitada por el Nobel Vargas Llosa, llegó al evento "América Latina: Oportunidades y desafíos", la audiencia llevaba esperándola tres horas y media y la noticia del grosero desafuero que le había hecho la OEA había corrido rápidamente.

El premio Nobel de Literatura 2010 y presidente de la "Fundación para la Libertad", promotora de este seminario anual, pidió al inicio de la jornada un aplauso para los venezolanos presentes en el auditorio, y unas 350 personas acogieron el pedido. “Desde hace un mes y medio estamos interesados por los estudiantes venezolanos y por quienes resisten los empeños dictatoriales”, añadió Vargas Llosa. “Si Venezuela cae, la amenaza totalitaria no se va a quedar allí”, advirtió. Luego elogió a la diputada Machado por su desempeño la semana pasada en Washington y aludió a “esa carabina de Ambrosio llamada OEA”.

Preguntada qué esperaba del presidente peruano (Ollanta Humala) Machado planteó un pedido general a los jefes de Estado. “Ésta (la destitución) es la evidencia de un régimen que persigue, que censura, que reprime, que tortura. Eso tiene un solo nombre: es una dictadura. Esperamos mucho de los jefes de estado y de gobierno: que llamen a las cosas por su nombre”, respondió.

La diputada criticó que los tribunales venezolanos estén controlados: “no hay uno solo que decida con independencia, por eso seguiré acompañando a los que luchan en sus necesidades y en su causa por la libertad”, agregó. “Este proceso es irreversible y retorno a Venezuela lo antes posible”, afirmó la líder de la oposición venezolana a quien una militante chavista le fracturó el tabique luego de una golpiza en abril de 2013 en el Legislativo.

Durante su intervención en la mesa "El desafío del neopopulismo", Machado sostuvo que “después de ocho semanas de brutal represión, hoy el gobierno pasó una raya roja que no se puede esconder. A los demócratas del mundo les decimos que la indiferencia es complicidad”.

Martinelli, el Presidente de la República de Panamá, quien ha desempeñado un valioso y franco papel internacional en todo este caso -justamente agradecido y aplaudido por millones de ciudadanos venezolanos, latinoamericanos y del mundo civilizado que valoramos la verdadera democracia- ha instado a que "la OEA se ponga los pantalones largos" a raíz de este caso de Venezuela [24 marzo] .

¿Cómo muere una dictadura?

Así tituló hace varias semanas uno de sus artículos el autorizado y bien informado tele comunicador venezolano Moisés Naím, con sede en Washington (www.efectonaim.com). Recomiendo asimismo la lectura del excelente libro de Ramón Guillermo Aveledo “El dictador. Anatomía de la tiranía” [Caracas, Editorial Libros Marcados 2008]. Allí analiza el autor cómo surgen las dictaduras (totalitarias o blandegues) dependiendo de las circunstancias e idiosincracia de los pueblos, y asimismo cómo pueden terminar. Hay elementos muy útiles aplicables al caso de Venezuela [Remito a mis varios artículos publicados alrededor del tema, accesibles en las webs de la Universidad de Lo Andes: saber.ula.ve/observatorio y de París: www.enrique-neira.com/editoriales].

¿Qué determina que algunas dictaduras sean depuestas y otras se perpetúen? Se pregunta Naim. Y responde: “Las razones son tan variadas como la naturaleza misma de estos regímenes. Hay dictaduras que son totalitarias y brutalmente represivas. Otras son dicta blandas que intentan hacerse pasar por democracias: organizan elecciones que nunca pierden, toleran una oposición anémica y permiten periódicos "libres" que pocos leen. Muchas necesitan del sostén de potencias extranjeras. Arabia Saudí depende de Estados Unidos, Bielorrusia de Rusia y Corea del Norte de China. Y claro está, la historia, la cultura y la religión fortalecen ciertas monarquías despóticas. Aunque cuando un pueblo se harta y sale a la calle dispuesto a morir por la libertad -y el Ejército no lo masacra- no hay cultura, historia, religión o potencia extranjera que salve a un déspota. Pero ¿qué hace que esto ocurra?”. Y enumera varios factores que interactúan. Entre ellos enumera en lugar preferente el que los militares son siempre el actor determinante. ”Todas las tiranías dependen de ellos. A veces los militares están exclusivamente al servicio del tirano. En otros casos, cambian de parecer y deciden defender a su patria, y no al régimen. Al final, lo único que cuenta es si los militares están dispuestos a disparar contra sus compatriotas. Cuando se niegan a hacerlo, nace la libertad”. No olvida el factor de la pelea por el botín. A veces la caída de un régimen se produce por peleas entre las élites en el poder y no entre el pueblo y su Gobierno. Algo que pasó no hace mucho en Túnez. También ocurren errores mortales que hay que hacerles pagar con un alto precio. Como ocurrió con el régimen de Saddam Husein en Iraq y el del general Leopoldo Galtieri, jefe de la Junta Militar argentina 1982, quien pensó que era una buena idea invadir las islas Malvinas. Y cada día cuenta más la información: “Un pueblo mejor informado de los abusos y la corrupción de sus autoridades, enterado de cómo se vive y se gobierna en otros países y que, además, se puede conectar y coordinar fácilmente con otras personas que, en su misma ciudad o en el otro lado del mundo, piensan igual, es un pueblo peligroso para una dictadura. Está claro que las tecnologías que informan y conectan a la población son un nuevo dolor de cabeza para los autócratas”.

Moisés Naím -al día siguiente de la noticia de la muerte de Chávez divulgada por el Vicepresidente encargado, Sr. Maduro- produjo un autorizado comentario internacional que destaca -en resumen- aspectos sobresalientes del desempeño por 14 años del presidente Chávez ["Lo bueno, lo malo y lo feo" El País, 7 marzo 2013]. En su aparte sobre lo malo textualmente afirma: "Tras 14 años en el poder, Chávez no ha dejado el país con una democracia más fuerte ni una economía más próspera. La peor consecuencia es que no dejó un país mejor que el que recibió. Chávez merece que se le recuerde como una oportunidad perdida [..] El pueblo venezolano dio a Chávez un cheque político en blanco y, gracias al boom prolongado de los precios del petróleo, contó también con un cheque económico en blanco. Pocos jefes de Estado han podido aunar el enorme apoyo popular y los inmensos recursos económicos de los que disfrutó Chávez durante 14 años. Su control absoluto de todas las palancas del poder le permitió hacer lo que quería. Lo que no hizo fue dejar el país en mejor situación que cuando llegó a la presidencia. Hugo Chávez merece que se le recuerde como una oportunidad perdida".

Oportunidad perdida que está fuera del alcance de los segundones del comandante fallecido que no tienen legitimidad ni calzan su astucia y talla, que siendo minoría pretenden perpetuarse en el poder (con disfrute de la riqueza petrolera) y forzar a todo el país a seguir el camino de un "socialismo siglo XXI" ya claramente fracasado en el mundo e inviable para Venezuela. El silencio impuesto arbitrariamente a los medios en Venezuela y ahora a un organismo de libre discusión democrática internacional como debería ser la OEA es clara señal pública para el mundo de que el régimen solo es capaz de dar "patadas de ahogado" y emite ya estertores de muerte.

Conclusión

“Vemos con preocupación lo que pasa en la OEA y llamamos a que se cumplan los principios democráticos de su fundación. Se está cercenando su integridad por la chequera venezolana”. "Esta lucha no es de los gobiernos sino de los pueblos"[Carlos Vargas, valiente y lúcido líder de 21 años de edad del movimiento estudiantil que detonó las protestas en el país y que formaba parte de la comitiva, formada por la madre de Geraldine Morales, una de las primeras víctimas de las marchas, y el veterano sindicalista, Iván Freites, que acompañó a Machado en su frustrada visita a Washington].

“El señor Cabello está demostrando la desesperación de un régimen que se sabe débil, que está desesperado y que piensa que con esto va a intimidar a los venezolanos o a doblegar a sus representantes: se equivoca. Esta acción nos da más fuerza y más razones para continuar en la lucha y yo sigo siendo diputada de la Asamblea Nacional hasta que el pueblo de Venezuela así lo decida. Seguiré luchando dentro y fuera de la Asamblea, dentro y fuera de Venezuela”, aseguró María Corina Machado" [25 marzo].

25-03-14

 

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