Colombia: Acuerdo de Paz Avatares del Proceso
Logo Enrique Neira

 

 

     

  Episodios recientes pusieron en vilo el amplio deseo de paz del pueblo colombiano y suscitaron dudas respecto de seguir adelante con un proceso ya aplaudido por la mayoría pero con reticencias sobre su manejo por parte de algunos sectores de opinión no oficialista, nucleados alrededor del ex presidente Uribe quien conserva gran influjo político en el país.    Pero todos lograron ser superados con rapidez y más bien ayudaron a confirmar la cercanía de una exitosa firma del Acuerdo con todas sus consecuencias y nuevas exigencias venideras. Fueron  cinco que ayudaron  a confirmar que sí hay “voluntad de paz” en las Farc y que cumplirán con lo acordado. Pues este era el “talón de Aquiles” de las Farc,  por su larga trayectoria criminal con mentira, engaño y desmedida ambición de lograr el poder por cualquier medio.

 

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Episodio 1. Secuestro del Gral. Alzate
Episodio  que generó la primera crisis de la Mesa de La Habana, y que pasó a convertirse en la confirmación de que el proceso de paz es irreversible (Revista Semana Bogotá 22 noviembre 2014).
 Ocurrió el domingo 16 de noviembre de 2014 cuando el general Rubén Darío Alzate Mora llamó al Batallón de Infantería Manosalva para que le alistaran una lancha para navegar por el río Atrato. Iba acompañado de la abogada Gloria Alcira Urrego Pava (mano derecha del oficial en proyectos que involucran a la comunidad  pobre del Departamento del Chocó) junto con el cabo primero Jorge Rodríguez Contreras. Vestían de civiles, desarmados y sin chaleco de seguridad. Era el primer y único oficial de su rango en caer en manos de la guerrilla. El presidente Juan Manuel Santos actuó con rápida contundencia pero con prudencia. Se reunió con los integrantes del equipo negociador del gobierno y les ordenó suspender su viaje a La Habana hasta que las Farc no liberaran a los secuestrados.

Tanto el gobierno como las Farc demostraron capacidad política para darle un manejo adecuado a este hecho desafortunado, que aunque tenía una connotación explosiva se resolvió por los canales de la política y no de la guerra. Las Farc respondieron en forma constructiva dejando claro que su prioridad era salvar el proceso. El episodio sirvió para que el gobierno y las Farc demostraran que hay madurez en la Mesa de diálogo y que los mecanismos creados para resolver eventuales crisis, como la presencia de garantes de Cuba y Noruega, no son decorativos sino que funcionan en este tipo de impasses. Las Farc salieron fortalecidas de este hecho ´extraordinario´(no común) como lo calificó Pablo Catatumbo en rueda de prensa. Por primera vez en los últimos 20 años, esta guerrilla sacó a relucir su talante político, y subordinó la ventaja militar que podría obtener de este secuestro. De paso, demostró que aunque su delegación en La Habana no parece tener una fluida ni permanente comunicación con sus bloques y frentes en Colombia, sí tiene cohesión como organización y tiene jerarquía de mando sobre sus combatientes. Tanto el comunicado que sacó el Bloque guerrillero Iván Ríos, como el desarrollo de la entrega del general, demostraron que los guerrilleros están subordinados al Secretariado, cuatro de cuyos integrantes se encuentran en La Habana. Este episodio  resultó dándole oxígeno a un proceso de paz que se ha desarrollado de manera lenta y sin sobresaltos. Aunque las conversaciones van bien en Cuba, las mayores dificultades se han originado por el escepticismo y la indiferencia con que  los colombianos miran a las Farc. Por supuesto ningún gesto de la guerrilla convencerá a los radicales que repudian la solución negociada del conflicto. Pero sin duda, acerca a los escépticos (entre ellos el ex presidente Uribe) y lima un poco la desconfianza profunda y natural que los colombianos tienen respecto de los insurgentes cuando se trata de llevar a buen puerto un serio y definitivo proceso de Paz.
Episodio 2. Cese unilateral al fuego
Las Farc sorprendieron al gobierno y a la opinión con el anuncio de que suspendían unilateralmente, es decir por su propia cuenta y riesgo, el accionar de las armas y de terrorismo. El presidente Santos respondió que era un buen gesto en la ruta de paz pero que el gobierno no desactivaba su obligación de velar con sus armas por la seguridad del país.  Pasados 50 días de no acciones de las Farc (aunque sí muchas del ELN celoso porque no acaba de entrar en el arreglo), el presidente comunicó que dejaría de bombardear los campamentos de las Farc, lo que equivalía prácticamente a aceptar un cese en común del fuego que cayó bien en la opinión pública,  la cual  se inclina a pensar que cada día más se aproxima el anhelado fin del conflicto sobre la base de verdadera y efectiva voluntad de paz demostrada por  los contendientes.
Episodio 3. Desminado del país en tarea común
Más de  10.000 víctimas entre los años 2002 y 2013 (soldados y policías, miembros de la misma guerrilla, niños y civiles de campos y poblaciones pequeñas) fueron muertas y lesionadas de por vida por un accionar más que demente de las Farc. El país pedía que se pusiera fin a este método de hacer “guerra” sembrando minas anti-personas y se iniciara en grande la eliminación de esta amenaza bajo tierra. Ejecutivo y Farc llegaron  a un acuerdo práctico de comisiones conjuntas en las que la guerrilla pondrá los planos e indicará los sitios donde yacen todavía las minas y el grupo élite militar ya existente con moderna  tecnología iniciarán la tarea -que se piensa puede llevar 10 años- de desminar todo el territorio del país.
Episodio  4. Cara a cara  FF Armadas- guerrilleros
Las FF AA en Colombia tienen un largo historial de respeto constitucional, sin asumir ser deliberantes en el manejo político del país, sirviendo a los legítimos gobiernos civiles que se suceden, en su tarea primordial de dar seguridad interna al país y defender su soberanía. Tienen con muy acrisolada formación y larga tradición la conciencia de que constituyen la única y legítima defensa armada con que cuenta el Estado de derecho colombiano. Y como tal han venido sirviendo en estos 60 años de contienda bélica contra fuerzas desestabilizadoras de dicho Estado. Algunos presidentes del Ejecutivo las han consultado y mantenido informadas más que otros. Pero en la actual coyuntura tan decisiva para todo el país, el presidente Santos –por primera vez- se ´aventuró´ a convocar a los más altos jefes activos de la Policía Nacional y de las FF. Armadas (el almirante de la Armada Nacional y los cinco generales que de años atrás venían al frente de las regiones militares contra la guerrilla en el país). Ellos  –por servicios de inteligencia y control de llamadas- conocen bien y en detalle las fuerzas subversivas: su ubicación, sus recursos en armas y personal, sus finanzas, sus colaboradores y tácticas. De acuerdo con los representantes de las Farc, Santos los ubicó en La Habana durante dos días intensos en una mesa larga “tête a téte” para que dialogaran y acordaran los mejores mecanismos que faciliten la “entrega de armas”, completa, efectiva y supervisable, como último requisito para la firma final del Acuerdo. El equipo militar que viajó a La Habana estuvo encabezado por el más destacado oficial en materia de contrainsurgencia, el general Javier Flórez. Todo se llevó a cabo en forma civilizada y aun cordial como lo han subrayado los medios nacionales e internacionales, y permitía concluir que la paz está “ad portas”.
            “El general español retirado Luis Alejandre, con años de experiencia en procesos de paz en Centroamérica, escogido por Noruega, fue testigo de esa jornada histórica en La Habana. Por primera vez, cinco generales y un contraalmirante colombianos en activo se veían cara a cara con sus viejos enemigos, los jefes de las FARC, en el marco de las negociaciones de paz que van para un buen final “( El País 11 de marzo 2015).
Episodio  5. Aleve matanza de 11 soldados
            El golpe de mano junto con la emboscada son las dos tácticas más importantes de la guerra de guerrillas. Consiste en el ataque veloz de una fuerza móvil contra un enemigo que se encuentra en una posición fija.
            El día miércoles 15 de abril de 2015, a la media noche, una unidad de las FARC dio un golpe de mano a una unidad del ejército colombiano. Unidad militar que estaba descansando dentro de una cancha deportiva cerrada, en la periferia del municipio de Buenos Aires en el departamento del Cauca. En el ataque murieron once militares y fueron heridos 20. Estaban desprevenidos pues confiaban en la tregua o cese al fuego unilateral que había decretado la guerrilla dentro del proceso de paz que se pensaba iba por buen camino. La opinión pública del país reaccionó fuertemente contra dicho asesinato sorpresivo y alevoso y lo atribuyó más que a otras cosas, a un engaño militar táctico del alto mando guerrillero, que rompía  el compromiso político con la paz que aparentaba estar siguiendo en los diálogos con el gobierno.
            Con acierto y autoridad moral, Joaquín Villalobos, buen analista actual,  quien fue guerrillero en la guerra de El Salvador, tituló a los tres días del hecho su comentario “El autogolpe de las FARC” (El País de Madrid, 23 septiembre 2015) y lo calificó de “militarmente cobarde y políticamente torpe”. Textualmente consignó: “El rechazo de la opinión pública colombiana es enorme contra las FARC, al punto que es en extremo difícil para el gobierno estar negociando en la Habana. Con este tipo de ataques la insurgencia pone en riesgo el único camino que tienen para salir de la guerra y pasar a la política. Durante la guerra en El Salvador, cuando ya estábamos en el proceso de paz, los insurgentes sopesábamos el contexto político de nuestras operaciones y revisábamos incluso lo que estaba pasando en Estados Unidos, de tal manera que nuestras acciones no afectaran a nuestros aliados internacionales. ¿Cómo se le ocurrió a las FARC realizar este ataque a pocas horas de que Obama había anunciado su intención de sacar a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo? ¿cómo no pensaron en las implicaciones políticas internacionales de esto, cuando 40 de sus dirigentes están viviendo abiertamente en la Habana? Matar a once militares a estas alturas del proceso de paz, rompiendo con su propia palabra empeñada, no modifica a su favor la correlación de fuerzas, por el contrario, los debilita, les resta credibilidad, aumenta su impopularidad, traiciona el apoyo de Cuba a la paz, los aísla más internacionalmente, complica los esfuerzos del gobierno colombiano para inhibir acciones de la Corte Penal Internacional y dificulta el escenario político que es ahora infinitamente más importante que los tiros. El futuro es la política y en política cuentan la credibilidad, el apoyo popular, las alianzas y la capacidad de comunicar…El proceso de paz es a estas alturas un camino sin retorno, pretender regresar al conflicto es un suicidio, lo sensato es acelerar. Tanto las FARC como el ELN deberían darse cuenta que ahora morir y matar ya no les sirve para nada”.
                En buena hora -las FARC al mando ahora de un comandante más pragmático y menos ideológico, Timochenko (Timoteo Londoño Echeverry)- reconocieron el error y el suicidio que iban a cometer con el “autogolpe” y, a su vez, el presidente Santos consecuente con la forma prudente, hábil y diplomática como viene buscando la paz como objetivo último, consideró  superado el impasse e insistió más bien en acelerar el proceso de negociación de modo que pueda  llegarse pronto (con fecha tope del 23 marzo 2016) a un cese bilateral de todo fuego y demás resultados ya acordados, como lo desea el país y la comunidad internacional. 

Resultados Lo que una joven periodista acaba de publicar con el título “las probabilidades de lo improbable” parece que va siendo “realidad”. Personalmente -acogiendo el parecer de  expertos constitucionalistas internacionales- subrayo que encabezando el Pre-acuerdo firmado por las FARC (23 septiembre 2015), ellas suscriben que su actuar en el futuro estará dentro del marco de la actual Constitución y de las Leyes de la República de Colombia. Es decir, renuncian a su naturaleza y vocación de “revolucionarias” cuyo objetivo era actuar por fuera de las leyes y no reconocer sino acabar con el ordenamiento democrático del Estado. Caso histórico e insólito tratándose de un “ejército popular revolucionario”.

TEMAS:

  1. Historial Político
  2. ¿Cuál paz?
  3. Farc
  4. Causas del conflicto armado
  5. Decantado proceso de paz
  6. Avatares del proceso
  7. Los grandes temas acordados
  8. El acuerdo final
  9. Post conflicto
  10. Conclusión

 


ENF  14-07-2016